Una rosa, delicada y vibrante, se abre al mundo con la gracia de un suspiro. Sus pétalos, acariciados por la luz suave del día, reflejan la esencia misma del Rosedal del Prado, un jardín donde el tiempo parece detenerse. Cada rosa es un testimonio de la naturaleza en su máxima expresión, un poema visual que habla del amor, la fragilidad y la belleza efímera de lo que florece en el corazón de Montevideo.
Fecha que fue tomada: 7/5/25
Código de la propuesta: 236
Más votados