Entre sombras largas y rieles oxidados, duerme la memoria de un barrio nacido del hierro y el vapor. Hoy, solo las vías resisten, como cicatrices abiertas en la piel del asfalto, susurrando historias de trenes que ya no vuelven. El sol, bajo y tibio, acaricia los restos de un tiempo donde el movimiento era vida, y el cruce de caminos, destino. Un hombre cruza, pequeño y solitario, como eco vivo de aquello que fue y aún respira en silencio.
Fecha que fue tomada: 16/02/2020
Código de la propuesta: 73
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