Detrás de un alambrado y entre hojas secas, late el corazón de un país que respira fútbol. En una plaza del barrio Peñarol, los niños corren tras la pelota como quien persigue un sueño antiguo, heredado y eterno. El cemento es cancha, la reja es frontera y testigo; pero ninguna barrera contiene la alegría simple de jugar. Allí, donde la pasión nace antes de entenderla, el fútbol es un idioma que se habla con los pies y se siente en el alma.
Fecha que fue tomada: 16/02/2020
Código de la propuesta: 74
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