La Plaza Independencia es un símbolo vibrante de la identidad nacional, donde la estatua ecuestre de Artigas se erige como un guardián imponente, mirando hacia el futuro. Al fondo, el Palacio Salvo se alza como un monumento de la modernidad, mientras que el bullicio urbano y la historia convergen en un mismo espacio. Este escenario es un diálogo entre el pasado y el presente, donde cada piedra y cada figura parecen susurrar la narrativa de un país que avanza con la fuerza de su legado. El viento que recorre la plaza lleva consigo los ecos de la libertad y la memoria colectiva.
Fecha que fue tomada: 27/4/25
Código de la propuesta: 82
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