Dado que acceder a un libro en una biblioteca pública actualmente puede ser una experiencia innecesariamente compleja: se solicita cédula, comprobante de domicilio, inscripción previa, reserva anticipada del material o trámites presenciales distintos según cada biblioteca (además de que cuentan con horario reducido).
Propongo que se cree una credencial física que permita a cualquier persona usuaria agilizar el proceso y acceder al sistema nacional de bibliotecas públicas con facilidad, al estilo del carné de usuario de UDELAR, pero más universal.
La tarjeta permitiria un registro de préstamos/devoluciones en cualquier biblioteca (incluyendo barriales y mediateca), consultas y reservas (se podría generar una app o web centralizada), la idea es que se pueda vincular con plataformas ya existentes como BIUR, el catálogo colectivo de la BIBNA y Biblioteca País de Ceibal.
Implementar esto permitiría simplificar radicalmente el acceso a bibliotecas públicas, bastaría con mostrar la tarjeta al ingresar, sin trámites adicionales. Este sistema ha demostrado ser exitoso en otros países del mundo. Esta tarjeta no solo incentivaría a la lectura, sino que fomentaría la equidad de acceso al conocimiento.
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